El rey emérito espera volver a España para quedarse

El rey emérito Juan Carlos I ha expresado su deseo de regresar a España y quedarse, en los entrenamientos para participar en el mundial de vela que se celebrará en la isla de Wight, Reino Unido.

El monarca, que se ha sometido a un programa de preparación física que le ha hecho perder unos 20 kilos, se encuentra acompañado por su hija la infanta Elena, quien le apoya en esta competición deportiva.

Juan Carlos I compite con el “Bribón”

El rey emérito ha declarado a los medios que se siente bien y que tiene planes de volver pronto a España, luego de residir por más de un año en Abu Dabi.

Su visita al Reino Unido coincide con el fin del proceso judicial por la denuncia de su ex amante Corina Larsen, quien le acusaba de acoso y le exigía una indemnización por los supuestos daños causados por los servicios secretos españoles.

El rey emérito Juan Carlos I compite en el mundial de vela con el velero “Bribón”, junto con otros veinte barcos. El evento deportivo comenzará el lunes y durará una semana. El monarca es un apasionado de la vela y ha ganado varios trofeos en esta modalidad.

El rey emérito espera volver a España para quedarse

La Isla de Wright y la “maldición sanguínea” de los borbones

La isla de Wight tiene una especial significación para el rey emérito, ya que allí nació y se crió su abuela, la reina Victoria Eugenia de Battenberg, más conocida como Ena. Ella se casó con el rey Alfonso XIII, abuelo del rey emérito, en 1906, después de que él la visitara de incógnito en la isla.

El matrimonio tuvo seis hijos, dos de ellos hemofílicos, una enfermedad heredada de la familia real británica. La hemofilia se originó por una mutación espontánea en la reina Victoria de Inglaterra, tatarabuela del rey emérito.

Ella transmitió el gen de la enfermedad a tres de sus nueve hijos, entre ellos la princesa Beatriz del Reino Unido, bisabuela del rey emérito. La princesa Beatriz se casó con el príncipe Enrique de Battenberg en la isla de Wight y tuvo cuatro hijos, uno de ellos Ena.

Un linaje favorecido por la enfermedad

La hemofilia causó muchos problemas a los hijos de Alfonso XIII y Ena, que murieron jóvenes o tuvieron que renunciar a sus derechos sucesorios. Estas renuncias y muertes favorecieron a Juan de Borbón y a su hijo Juan Carlos I, que se convirtieron en los herederos al trono de España.

Actualmente, ningún miembro de la familia real española padece hemofilia. Esto se debe a que la enfermedad es recesiva y ligada al cromosoma X, lo que significa que solo se manifiesta en los hombres que heredan el gen defectuoso de su madre

El rey emérito Juan Carlos I ha seguido la tradición de su abuelo Alfonso XIII de navegar por las aguas de la isla de Wight. Su padre, el conde de Barcelona, le enseñó a amar la vela y le llevó a competir en esta isla.

El rey emérito también ha visitado el castillo de Osborne House, donde vivieron sus antepasados británicos.

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